lunes, 8 de marzo de 2010
jueves, 25 de febrero de 2010
causas del niño agresivo
vivido por él
Controlar la agresividad del niño
Hay que tener cuidado solamente para que el niño no se convierta en un terrorista o sumiso, ni permitir todo ni devolver su agresividad con otra agresividad. La teoría del aprendizaje social afirma que las conductas agresivas pueden aprenderse por imitación u observación de la conducta de modelos agresivos. Es muy importante, por ejemplo, que el niño tenga y encuentre un buen modelo en sus padres. Los niños se relacionan con los demás de la misma forma que lo hacen sus padres. Si ellos mantienen una relación tranquila con los demás, es así que el niño se portará delante de sus amiguitos. Si la relación es mas bien conturbada, probablemente el niño seguirá ese modelo de comportamiento.Educar a los niños es una tarea difícil, que requiere trabajo. Pero que vale la pena tentar acertar, tener equilibrio y consenso entre los padres para que en la educación del niño no ocurra fallo de doble comunicación. Si uno de los padres permite todo y el otro nada, eso confundirá al niño y probablemente se rebelará.
consecuencias de la agresividad en los niños
Conducta Agresiva en los Niños
Orígenes de la conducta agresiva infantil
Una de las grandes dificultades de los padres es saber cómo tratar la conducta agresiva de sus hijos ya que, a menudo, nos enfrentamos a la desobediencia y a la rebeldía de ellos.La agresividad es un trastorno que, en exceso, y si no se trata en la infancia, probablemente originará problemas en el futuro, cómo el fracaso escolar, la falta de socialización, dificultad de adaptación, etc.
¿Qué podemos entender por agresividad en los niños?
Cuando se habla de agresividad, se está hablando de hacer daño, físico o psíquico, a una otra persona. De una acción intencionada manifestada a través de patadas, arañazos, gritos, empujones, palabrotas, mordidas, corrida del pelo, etc., a otra persona. Este comportamiento es relativamente común y a menudo aparece cuando el niño cumple un año. Cuando el bebé nace, trae impulsos amorosos y agresivos que, con el tiempo y con el cuidado de los padres, empezará a construir vínculos afectivos y a desarrollar sus relaciones personales. Esta es una fase muy importante. Su personalidad será construida a partir de su conocimiento del mundo a su alrededor. Para eso, es necesario que el bebé se sienta protegido y cuidado en su entorno familiar.